El pelado esta descansando

Un noche, producto de la literatura, comencé a soñar con una voz que narraba lo que ocurria en mis fantasias oniricas, como si fuera un cuento o una pelicula.
Empecé a transcribir durante el día los hechos que recordaba.
Los pelos son del viento, y sin embargo los peinamos -dijo la voz-.
Y dejé de soñar.

Caminos al punto

Lo malo de oír hablar sobre las mismas estupideces, a los mismos tarambanas, es que uno termina creyendo que hay cosas interesantísimas que valen más que otras.
No hay temas importantes, hay distintas maneras de andarlos.

Me enamoré de lo que me gusta…

"Lo bueno necesita aportar pruebas, lo bello no." Bernard Le Bovier

"Lo que llaman bello, reside únicamente en la sonrisa." León Tolstoi

La belleza no se posee, se descubre. Tal vez sea pretenciosa mi afirmación. Quizá muchos ya lo sabían, pero para mí es toda una revelación entender el porqué de mis deleites. Ahora, he dejado de lado una serie de preconceptos, relacionados a la armonía u otros tópicos, que antes consideraba necesarios. En materia de hallazgos, la originalidad incrementa el gusto por lo des-cubierto.

Rutinita complacida… he venido a destaparte con indisciplina

Ningún sueño es fácil, menos cuando un rumbo eventual, insiste en apoderarse, en tomar el control, en ser el hilo conductor. Es nuestra provocación más sutil, el pretender que su entramado tenga el color de una propaganda fugaz pero convincente. Que haya una razón, un mensaje, una estética. Pero la inercia inapetente, que se percibe durante la esencia y no en su recuerdo, permite que las formas se inclinen hacía las tintas, y no hacía la transparencia del movimiento. Los rompecabezas se vuelven hechos, y las interpretaciones, cabezas rotas. Entre esas grietas, un juego de ases retorna al conocido prisma, que al parecer, podría construir y entender, de que van estas simples luces holográficas. Se comprende el para qué de los sucesos, pero la huidiza estela, exige reincidir, en esas galaxias cercanas. Así, tantas certificaciones siderales, nos agudizan las ideas, sobre el secreto de los animales, ya que ellos, no necesitan mentir, no lo hacen. ¿Saben por qué? ¿Confuso? Menos confuso seria todo, si no lo llenáramos de acciones firmes, constantes, progresivas. Esto no es confuso, es la cúspide del triángulo que se yergue sobre los puntos opuestos que permiten el funcionamiento histórico/social. ¿A qué costo? Quizá ninguno se detenga a pensarlo. Probablemente no haya billetes del tamaño suficiente, en el cual, redactar la posible historia del ser humano, sin tanta humanidad, fuera viable. Tampoco hay palabras para decirlo. ¿De qué se travisten estas perversas y desconocidas mentiras? De sí mismas. Detenerse a concebirlo no lo referencia, sólo nos acerca al lugar en donde los lugares no afirman ni niegan el espacio. El tiempo en donde las directrices se desdoblan. Las vibraciones sin cuerdas. ¿Miedito? Entonces, todavía falta. ¿Incertidumbre? No hay vías para este tren, no hablo del limbo. ¿Ansiedad? Lo eterno no es discurso. ¿Entonces?...

Rembrandt, Caravaggio, Velázquez…

Necesariamente, quien aclara, oscurece. Porque al darle luz a cualquier objeto o escena, inevitablemente, se acrecentará en el contraste, la tonalidad de la sombra. Por eso, para quienes consideramos las distintas gradaciones de los grises y, nos definimos difusamente sin saber qué es qué entre los matices de esa niebla, gustamos de aclarar y oscurecer, apropósito, rozando los límites del engaño, que sin duda son, el principio de los bosquejos expresivos y el final de nuestros ágiles parámetros. Algo así como extremar sensiblemente por oposición o ridiculizar arbitrariamente, a meros fines, de ubicar una forma, mas no por convencimiento, sólo por el vicio de dar nombre a lo innombrable, por la postiza seguridad de la identificación que nos seduce al separar lo que es Uno.

Patas para arriba

La verdad es que me sentía un poco mal. Sobre todo porque me dolía la cabeza. Me puse a indagar sobre las posibles causas. Encontré varias. Permanecí sentado, “curándome” en el living de mi casa.
Esa misma tarde, vino un amigo que es “profesional de la salud”. Nos quedamos charlando un buen rato, entre tanto, le comenté sobre mi molestia. Le tiré todo el rollo, sobre las razones que hipotéticamente podrían dar origen a dicha molestia. Me dijo, tomate un migral.
Yo me pregunté, ¿Este tipo no escuchó nada sobre toda la confabulación analítica social, cultural, política, personal y existencial que me aqueja?
Sí, claro que sí. Me respondió como si me hubiera auscultado. Lo que pasa es que vos sos más de las medicinas alternativas o complementarias… y yo, soy de la medicina clásica. Por eso te recomiendo un migral, para que te mejores rápido, y no sigas dándole vueltas al asunto.
Enseguida recordé la poca empatía que tengo, todo esto del consumo ha sido recontra estudiado. El marketing, se ha apoderado hasta de los nombres. Claro, medicina clásica, la que fabrican hace unas décadas los laboratorios. Claro, medicina alternativa, la que proviene de la naturaleza, hace miles de años. Claro, darle vueltas al asunto… reflexionar, detenerse, pensar, buscar en uno mismo…

¿Despreocupado? ¿Slogans del discurso o condición interior?

Muchos años de mi vida me pase diciendo, que tal o cual cosa no me importaba. En un momento de pseudo liberación, llegué a creer que nada me importaba demasiado. Mas, esa sensación, no coincidía con mi actitud, porque en realidad, las cosas, sí me importaban, y mucho. Pero, tenía todo un abanico de acciones para tapar o distraer o intoxicar esa sensibilidad a la cual, las cosas le afectan.
Así podía creerme y engañarme en esa frase, de que nada modificaba “mi estilo”, cuando lo único que estaba haciendo era cegarme y confundirme, ya que todo repercutía sobre mi modo de vivir.
Un día me dije: sí que me importan las cosas, no tiene sentido negarlo.

Materia de convivencia básika: “Perdón, por favor, Gracias”

El que no sabe estudia, y el que estudia aprende. El que aprende es sobre el error.
El dolor y la voluntad, son maestros certeros e inconfundibles.
El que estudia contempla y emula a quien en su curiosidad, haya alcanzado un mayor grado de conocimiento. El que quiere aprender, admira con fascinación y humildad, a los que considere referentes en lo que busca crecer, aún, cuando en otros aspectos de su vida, sea un inefable soberbio.
Seguramente cada uno se codeará con personas que se adaptan a esta definición, ya que todos estamos formándonos en dicha “Universidad”.
La experiencia, como conciencia pragmática, lleva a que una persona atenta, pueda capitalizar los costos que la instrucción se cobró por anticipado.
Pero como lo verdadero no se puede falsificar, existen paradojas significativas.

(Más allá de la evidente connotación política, que se indica a continuación, esto se aplica a cualquier tipo o lazo de relación humana.)

Por ejemplo, un Mandela, que luego de sufrir una condena extrema, se dedica a perdonar y a incluir a sus “enemigos”, es porque durante su “experiencia”, comprendió, superó y trascendió a la lección: sobre lo inútil de la diferencia, los rencores y los odios.

¿Será porque hacen gala de un titulo “trucho”, que en la actualidad, hay dirigentes y personas en general, que buscan confrontar, desde una “identidad que no aprendió” sencillamente porque nunca pagó los costos que la materia requería, e indudablemente, en los nefastos resultados, se manifiesta: excluyente, resentida y con sed de venganza?

Un completo aplazo se llevan los estafadores que tan burdamente, a través de generosos sobornos, manipulan banderas, personas e instituciones, generando “guerras”, causando victimas que luego utilizan para beneficios personales, como pretender que creamos en la autenticidad y el prestigio de las decisiones que en su inmerecido rol, autoproclaman.
Cada uno se “graduará” a su tiempo, lo sé, pero, ¿No les aburrirá hasta el anulamiento, causándoles múltiples desequilibrios, repetir hace tantas décadas, el mismo año?

No se halla solo el que todavía siente dolor

“La soledad es el imperio de la consciencia.” Gustavo Adolfo Bécquer
“La soledad es muy hermosa… cuando se tiene a quien decírselo.” Gustavo Adolfo Bécquer

Hay criaturas que atacan en los momentos de soledad. El bohemio las conoce y las respeta. Sabe que son sus propios fantasmas. El artista, los padece, los expresa, los invita, los convida, para llenarnos de dudas, de sus dudas. Necesita que alguien las continúe, las revierta, las direccione, las niegue, que haga lo que sea, pero que haga algo con eso que sólo pareciera estar pasando en la sensibilidad del creador. La imaginación con sus búsquedas genuinas, nos plantea interrogantes que, cada uno frente a su enemigo, sabrá y deberá dimensionar.

El tango, nació hace más de cien años, desde lo más bajo del arrabal, desde lo más húmedo de los suburbios, desde el alma de unos pocos y pobres artistas. Unos sórdidos guerreros de barrio, con espíritu y armadura de poeta, tradujeron sus recurrentes penas y miserias, en armonía.
Hoy, es un género que ha trascendido toda frontera, conformándose como un autentico símbolo que ha reflejado a una sociedad entera, y que en sus posteriores fusiones pareciera inagotable.
Así es, como la voz de la resistencia, cuando se es expresa y se enfrenta a sí misma, se subleva contra sus propias carencias y alcanza límites insospechados.

Celebrando la diferencia

“Sólo nos llevamos lo que dimos.”
“Una sola persona, puede salvar a una ciudad entera.”
“La diferencia la haces Tú.”

Las manchas de humedad son ejemplares. Inútilmente artísticas, decoran cual Universo a la existencia. Si consideramos que somos una gotita de agua en una pipeta, sobre un balde, en un lago, en el medio del océano, estaríamos físicamente comprendiendo nuestra relación con el Todo. Mas si a eso le sumamos la fugacidad de nuestros 15 segundos de fama, entre millones de miles de años, lo entenderíamos aún mejor.
Por lo tanto, lo único que podemos hacer en este efímero paso, es celebrar nuestras diferencias. Digo celebrar porque ello implica un cúmulo de acciones y sentimientos tan contradictorios como variados. Además, si creemos en el instante de niebla perdida que somos, ganaríamos en trascender auténticamente los límites.
Luego de las fiestas, la memoria y el olvido, reconstruyen los recuerdos a partir del color de la mancha que fuimos.

Ansiedad Social

Creo que el 99% de las personas, en especial los más sociables, los que disfrutan “naturalmente” del compartir y del dar “por amor”, sufren muy dentro suyo una inquietante sensación al momento de reunirse con otras personas. Esa sensación, luego es llenada con algo o maquillada por fuera con otra cosa. (Negarlo seria afirmar que solos, en familia, en el trabajo, con unos u otros, siempre nos comportamos de igual manera al pensar, hablar, movernos, vestirnos, etc. Sencillamente imposible.)
Es probable que la mayoría no se vea aludido por esta acusación (yo sí). Pero si hurga, encontrará la razón, de porqué necesita hacer determinadas acciones, que luego, le pondrá el nombre de amor propio, gusto, placer, diversión, moda, depresión, salud, vicio, descontrol, locura, fin de semana, trabajo fino, chamuyo barato, estética, ya fue, espontaneidad, etc.
Todos queremos agradar. Todos buscamos amor. A todos nos duele el rechazo.
Por dónde, cómo, con quién y para qué, son preguntas cuyas inagotables respuestas, pocos están dispuestos a investigar, ya que traen más de una sorpresa a los involucrados, en particular, a quien considere que la felicidad proviene de las relaciones, el status, los logros o los roles.
La plenitud no necesita de algo o de alguien. Va con todos y con ninguno se detiene. Es doloroso y provoca inseguridad, sólo al principio, después es tan sencillo como aceptar crecer.


Las camas que nos duermen

Dar vuelta un colchón sirve para que no se marquen de manera irreversible las cavidades de una sola forma, de modo que podamos disfrutar durante más tiempo de una distribución pareja del material, logrando mantener el relieve de la superficie lo menos “jorobado” posible.

¿Cuál es el ser vivo que camina en cuatro patas al alba, en dos al mediodía y en tres al atardecer?

¿Cómo hacer para que algo no sea pesado, y a la vez, no pierda su peso?
He aquí, el arte de expresar, de ser, de compartir. Nadie dijo que sea fácil, mucho menos difícil. Tiene que ver con mantener la mirada sobre el camino y la trayectoria, no en base al caminante o a su sombra. El estado de ánimo, no puede convertirse en el factor determinante del día a día, que en suma, desenlaza fugazmente como resultado.
Así, habrá herramientas felices para valerse en este viaje, por ejemplo: el humor, cuyo movimiento sobre ruedas, nos custodia como rápido aliado cuando sus matices aportan sin degenerar. Cuando no se vuelve cliché, monótono, violento, evasor, compulsivo. Cuando no es la otra cara de la depresión, que se oculta en el exceso, sin alegría genuina.
El puente que teje nuestra versión, si transporta reduciendo, maldiciendo, enfatizando, más allá de los motivos por el cual los haga, es agotador, porque ya está agotado al hablar de la carencia, sin importar en quien la referencie. Eso, genera confrontación, odio, resentimiento. Luego, llegan las manipuladas explicaciones, que obstruyen falazmente la soga de la comunicación, urdida entre origen, voluntad y destino.

El silencio primordial

“Me persuado cada vez más de que hay que aprender a conciliar la lucidez con otra cosa, que aquélla no incluye necesariamente y hasta la contradice. Tengo conciencia de esta extraña y nueva exigencia como de una apostasía principiante, e ignoro si es resignación o conquista.” Roger Caillois

“El silencio no sólo se expresa mediante la prescindencia de palabras. Las palabras de la prescindencia (habito, dogma, prejuicio, necesidades) también lo expresan.” Santiago Kovadloff

Todos somos imponderables. Constantemente enciendo cigarrillos, que apago a la segunda bocanada. No soy un bacán, no me gusta el humo, prefiero tomar sol, porque ya tengo la piel de luna. Negar una parte, es absurdo. El absurdo lo resume todo, pero si no queremos engañar con liquidaciones, los desenlaces que sugieren, más abarcan.
Los apólogos de la subjetividad, no intuyen al motor autónomo que condiciona su sentido, y se pierden en el silencio originario. El silencio incluye o excluye, con la misma fuerza, es tan sabio como ignorante, depende quien lo considere. Por eso, lo indesignable, puede empero, ser reconocido. El contacto con lo inconcebible, impone a quien lo examine, una figura sobresaliente: la del protagonista de la experiencia.

"Los protagonistas, no ansían papeles secundarios." Eddy Murphy

Oscurantismo pródigo

La mejor forma de someter a una persona, es hacer que caiga en consignas. Quitarle la perspicacia. Lograr que repita frases hechas. Robarle su espíritu crítico. No pensar. No tener peros. Tenerle miedo a la duda. Guiarse por los instintos. Escuchar su voz interior. No reflexionar.
Desde todos los costados te incitan a ítems, pero los más tristes son los que se autoimpone uno mismo.
Pobre, aquel que cree en sí mismo. Cree en su propio cambio, y aun así, reafirma lo igual desde la confrontación. Lo suyo no es ganar ni perder, y sin embargo mata por la espalda, sin tener otra piel a donde ir, porque su vida en flor no puede seguir, ya que criba tanto lo marchito, que necesita retroceder a una instancia de negación. De separación y patrones. Slogans, política pura. Resignación abusiva del limitado, del que conoce su propio idioma, que llama silencio, pero está plagado de unilaterales mandatos interpretativos. Para él serán contraseñas de sus lecturas, o salvoconductos de su propia “libertad”, para el resto, evidente infelicidad discursiva que se arrepiente así misma, por encontrarse dividida en su identificación. Pensar/Hacer/Ser.

Hagamos que la nada inevitable, no se beneficie

El sol de las once, brilla refractándose sobre uno de los lados en la tela metálica de mi ventana. Las sombras de los árboles también reposan por ahí, refrescando las rejas, y formando figuras sobre el vidrio. El efecto es “acuoso” ensoñador. Mi pensamiento divaga y se detiene sobre esa línea. No mira el jardín detrás, ni la habitación delante. No le interesan las relaciones, pero las transita. No busca logros y sin embargo, consigue el mismo fin. Observa sin polémica, y aunque no lo merezca, inhala una paz abismal.

De mis huesos la humanidad se puede salvar

El halcón, luego de una larga vida, debió retornar al ciclo. La divinidad le consultó:

- Oh mi amado halcón, has gozado tantos años de los cielos que espero que vuestra alma se haya extasiado en libertad.
- Así fue, he disfrutado plenamente de cada uno de mis vuelos.
- Cuánto me alegro, por favor dime, ¿Con que forma ansías regresar, si es que así lo deseas?
- En mis solitarios y elevados planeos, he aprendido mucho. Por el momento, desearía meditar unos mil años, y luego, estaré listo para contestar a tu pregunta.
- Que así sea.

Milenio mediante, se volvieron a encontrar.

- ¿Has decido si deseas regresar?
- Lo he pensado detenidamente, y por esa misma razón, me he dado cuenta de todo lo que me queda por aprender.
-Entonces, ¿Cómo deseas regresar?
- Como carbono.

Al instante, el amado halcón, se vio sepultado debajo de la superficie del planeta, en pleno manto terrestre, a ciento cincuenta kilómetros de profundidad.

Tres mil millones de años después, el hombre más influyente de toda la tierra, quedó absorto en la contemplación de un rayo de sol, que luego de atravesar el anillo con diamantes que le habían regalado, inundó la habitación en un mar de brillos, colores y contrastes, logrando que el poderoso señor, se sintiera humildemente bendecido por el Universo, y en su arrobamiento, tomara la decisión correcta.

Sólo puedo definir las conductas ajenas de absolutistas, pues la mía, siempre es relativa…

Mi jefe me marca los errores todo el tiempo. Quién se creé el muy idiota, por qué no se fija en su propia vida, así anda todo estresado. Otro compañero del laburo que es un pobre infeliz, también, se la pasa pendiente de cómo hago yo las cosas, debe ser que no tiene nada mejor que hacer. Ayer un amigo me dice que me va a hacer mal si sigo tomando tanta cerveza. Mi hermana, me llama para decirme porque no la visito más seguido a mamá, y ella con suerte la ve en navidad. Digo yo: Cómo es esto de que todo el mundo tiene tantas ganas de decirme lo que tengo que hacer, como si ellos no tuvieran defectos o fueran perfectos… la verdad tengo ganas de irme a vivir a una isla, ya que soy tan inútil y no sirvo para nada...

Cada uno puede vivir en donde quiera, pero que triste es parcializar los comentarios según nuestra conveniencia. Anular lo productivo de una crítica, ridiculizando a quien la hace, no exime la certeza del juicio. Es más, lo agudiza, ya que deja evidencias claras de nuestro convencimiento y negligencia, al no pretender reparar, al menos, en la visión del otro, que si nos molesta, debe ser por alguna razón. Ni hablar si alguien dice: este cree que se la sabe todas, porque no lo aplica en su vida en lugar de joder a otro… en realidad está diciendo: yo sé más que él porque al menos no le ando diciendo a nadie lo que debe hacer…(¿no es lo que esta pensando?) o sea… cae en lo mismo que critica, en lugar de relajarse y escuchar… Lo cierto es que nadie es perfecto, y valernos de lo que le falta a otro, para no asumir nuestro error, es simplemente una tontería muy vanidosa (moneda corriente)…

Quien escucha, cosecha, y quien habla, siembra.

Visón angular

Grafíquenlo. Escribo metafórica y sectariamente.
Tendemos con el vértice cónico ubicado desde nuestros ojos, con suerte, a ver un rango de amplitud, según la circunstancia, no mayor a 18 grados. Una forma escueta de analizar. Correspondiente a la luz del otro lado del pasillo, que pasa por el agujerito de la puerta (herméticamente cerrada), con la que distinguimos la cantidad de colores y formas que el vidrio nos permite.
Hay quienes tienen una visión de 90 grados. Son la mayoría de las personas. Sirve para subsistir y ser un buen y valioso ciudadano, que oscila entre dualidades, contradicciones, y escasa calidad de vida, pero mucha intensidad, nerviosismo, negligencia, egoísmo, soberbia, ignorancia, y otras enfermedades. Ojo, somos buenas personas. No es nuestra culpa, es la vida que nos “tocó”.
Unos pocos y experimentados consentidos, han descubierto la generosa capacidad de hacerlo con una holgura de 180 grados. Es decir, que abarcan al objeto y a sus alrededores, y están aptos para compararlo, asociarlo, y ubicar la distancia precisa de perspectivas entre unos y otros. Más aun, pueden relativizarlo, y hasta absolutizarlo, según la conveniencia de su antojo. Su entendimiento es considerable. Son personas destacadas, y a nivel racional muy aplaudidas por su nitidez. Son creativos, artísticos, y hasta quiebran el pensamiento histórico, marcando brechas o hitos, entre un antes y un después de ellos. La equivalencia de su éxito, es conmensurable a la de su enfoque. Suelen ostentar títulos humanísticos, o de otras ramas científicas, destacándose en los cargos más altos de cualquier institución. Son humildes.

¿Habrá quien alguna vez, haya alcanzado los 360 grados, ubicándose a sí mismo en el centro?

Si, y cualquiera puede hacerlo.
¿Qué se necesita?
Ganas de superar los límites pacientemente. De ver lo otro y entender que es una fractalidad. De mirar hacia el interior, y concebir que afuera, es adentro. De buscar el equilibrio. De Ser consciente, y valerse de tamaña herramienta, no despreciarla. Del silencio y la naturaleza. De algo tan inevitable como la voluntad de crecer.

De las relaciones especulativas y el fanatismo como síntoma de ignorancia

"Durar no es estar vivo corazón, vivir es otra cosa."


Los que padecen un terrible miedo a la libertad, necesitan llamativamente, que su “patrón” sea alguien poderoso y a menudo autoritario. Claro que les agradaría que matice su intensidad dirigencial, con calidez humana, es decir, se conforman con un pequeño gesto, que los haga sentir especial, uno solo… uno cada tanto.
Así de miserable es el respeto humano en la mayoría de los casos. Así se forman partidos políticos, clubes, ONG, instituciones y todo tipo de sociedades, en las que hay un líder que adorar, aun cuando estos atributos pertenezcan al cargo y no a la persona.
Ahora bien, si ampliamos las consideraciones expuestas, veremos que estas son aplicables a todo tipo de relaciones en general, en especial las de amistad, las de pareja, las familiares, las laborales, etc, etc. Más aun, hay un adalid en el consumo de la tecnología, en el vértigo de la información y de los hábitos actuales, casi todos lo adoran, y al menos en apariencia siguen a ese incuestionable “Patrón”.
Amor no es reciprocidad. No es admiración. No es intensidad. Es aceptar al otro, es dar sin especular. Por eso en el amor no hay dolor. Por eso el amor es libertad. No llena estadios, no tiene banderas, no hace guerras, ni es elegido por correligionarios… no lo odian cuando vive, ni lo idolatran a lagrimas falsas cuando muere. Amor, es sobre las contradicciones, sobre el crecer… el compartir. Amor no es reciprocidad. No se puede comprar. No viaja en autos importados. No levanta el vidrio polarizado, para dar monedas. Amor, son las simples cosas…

La hoguera de las vanidades

“Y tú que te atreves a juzgarme, y aquel, que me niega la mirada, cuánto tiempo podrán seguir siendo honestos consigo mismos, y soportar esa posición.” Juana de Arco

“Yo también tengo caspa.” Pablo Echarri

Oigo a la gente (es decir, YO) repetir: Me encantaría que fueras vos mismo, (y ahora la parte implícita que no se expresa) pero si eso comprende valores que no me agradan, me dañan o perjudican, entonces, preferiría que no lo fueras… Jejeje.
Lo lamento, pero es inevitable, todos somos genuinamente nosotros mismos, aunque quisiéramos, no podríamos ser otros, mas si simularlo y estar descontentos por la exigente actuación que esto envuelve. (Cansarnos en los gimnasios de maquillajes, que esconden el alma, para moldear lo que despreciamos, o al menos, lo que creemos que nos hace débiles).

Nadie puede ser autentico. La frase lo dice todo, analícenla.

Buscamos la autenticidad, pero prescindimos del farsante que somos. Ergo, parcializamos la verdura. ¿Acaso yo no soy un mentiroso, un fantasioso, un ficcionador ilusionista, prestidigitador, embustero de las palabras, comediante del amor, pacifista del ocote, aceptador de la papa sin brotes, al afirmar la condición de “autentico”, según los que fueran los ideales del iris de mis propios parámetros, por sobre lo que debiera la personalidad ajena?
Si, lo soy. Pero atención, no quiero acercarme demasiado a mis enemigos, pues corro el riesgo de unirme a sus filas.

Conclusión: Estoy al borde del cinturón de castidad, de la mordaza elevadora. De hacer un voto de silencio, durante… no sé, quizá sólo lo logre por algunas horas, pero cuando lo alcance, reventarán de la envidia, aquellos que no tendrán elementos para enjuiciarme (yo mismo, el único “Juez” al cual no puedo convencer, de cuya sentencia, no puedo escapar). Una vez muertos (aquellos y mi yo), posiblemente vuelva a esbozar mucosidades tuberculosas, o mejor dicho, ojalá el mutismo me enseñe lo suficiente, como para hundir mis raíces, nutrirme agraciado y florecer en virtudes.

Mi perverso placer de criticar

“No voy a parar, /Ya no tengo dudas. /No voy a bajar, /Déjala que suba. /Goza… es tan parecido al amor, (y más barato)…” Charly García

Se gastan las mismas energías en criticar que en crear. Sin embargo, la primera opción es más seductora, y al parecer, a algunos nos resulta fatalmente ineludible.
A menudo nos olvidamos que para romper, primero hay que hacer. Claro, es más fácil agarrar el martillo antes que aprender a usar la espátula.
Básicamente, quien está decepcionado con su propia vida o con la vida en general, puede y necesita criticar. Quien trabaja por su plenitud, sencillamente no tiene tiempo para estar denunciando los errores ajenos, y permite sin juzgar, que el propio devenir, se encargue de darle a cada uno, a su tiempo y en su forma, las lecciones necesarias que deba aprender.
De todas maneras, uno podría considerarse parte de ese adoctrinamiento impositivo hacia la evolución, que pretende ser el conciliador de fluctuaciones ajenas. Es decir, aquel que el Universo, ubicó por naturaleza, al lado de tal o de cual, para marcarle sus defectos. En tal caso, no debiéramos criticarlo, ¿o sí?
El melindroso que suscribe, señala a los que critican, por lo que, quien se atreva a enjuiciarme, deberá, cuando menos, ser crucificado.

Mi hijo el Doctor

El orgullo de la erudición, hace que la realidad se escriba desde los papeles, y no al revés. Por lo tanto, un aprendiz desorientado pero astuto, puede atosigar a un sabio, bajo la frase: “si no sabe, no opine…”

Porque los “expertos”, repletos de cuadros sinópticos en la memoria, deciden como descomponer o citar al conocimiento, para justificar el resentimiento de haber tenido que soportar los años de “ascenso”, en la institución que los certificó. Luego, ellos acreditan desde la misma voz sistemática que los aprobó. Y la vida, que les pasa, les duele, porque sus explicaciones, no están a la altura de las circunstancias… tienen mucha ilustración inconsistente, no han saboreado nada, por lo tanto, no hablan… eructan, repiten, corean. No creen, no dudan, no estimulan. Apagan, duermen y sentencian.

Ej: Dijo un Máster en economía, “el PBI, en relación a… bla bla bla y el Indice…. y la inflación… y la taza de… nos ubican en una posición de riesgo país, ideal para la inversión… bla bla bla, por lo que la Argentina, nunca estuvo en una situación más alentadora que la actual.”

Dijo un jubilado, “tengo miedo de salir a la calle, el sueldo no me alcanza para vivir, y mis hijos y mis nietos, están tan ocupados con sus propios problemas, que no me visitan nunca. Este país, cuando yo era pibe, no era así.”

Este evidente ejemplo, traspolenlo al resto de las disciplinas o áreas, en las que haya “profesionales” soberbios y tendenciosos. (Obviamente, no todos lo son).

El “amor” es como el viento

“Si yo quisiera sacudir con mis manos este árbol, no podría. En cambio el invisible viento, lo doblega y maltrata a su antojo.” Fritz

“Sólo se puede amar en la distancia.” JIS

¿Y para qué querría yo tu amor? Cuando alguien me “ama” siento una traición en el pecho, un descanso complaciente, adormecedor. A menudo es sobre lo lindo, lo sensible, lo seductor o la posibilidad de crecer en esas “virtudes”. El mejor perfil. Eso no es amor…
En cambio, cuando yo “amo” a alguien, es sobre lo que me pesa, me duele, me exige. Entonces esa aparente enemistad me llena de esplendor, me hace amar, no a lo que quiero o me gusta, sino a lo que me falta, a lo que no puedo soportar, a lo que aborrezco.
Ambas partes se hacen una. Lo que “odio” me expande, y lo que “amo” me empequeñece. Así amo y odio, con la misma intensidad, con la misma gracia, ya que odio lo que amo, y por eso lo amo, y por eso lo odio, y por eso lo amo, y así sin fronteras…

Akrasia

“Para el necio todo es necio, para el sabio todo es sabio.” ¿Escrito por un necio o un sabio?

Voy a admitir mi favoritismo por la infinidad de autores que hablan del “pasado mañana”, no hace falta nombrarlos. Pero mis inclinaciones son más débiles que el tiempo.
Póstumos, dejen de compadecerse, y renazcan.
Acaso, ¿No es esa la ilusión del sol? ¿Saben a cuanta distancia está de nosotros?
Es que la muerte no es una sombra fría, sino un deseo. Llama desde lo oculto, sin decirnos nada.
La vida es una luz cegadora, sorda, muda, ardiente. Se manifiesta, siéndolo todo.
¿La diferencia? ¿Ninguna?
La inseguridad abarca más que la seguridad, por eso las definiciones que me atraen, no garantizan, no separan, no miden, pero si presumen, critican, arriesgan, se contradicen, nacen para morir, y volver a nacer, y volver a morir indefinidamente, del parto a la morgue.

“Tantas veces me borraron, tantas desaparecí, a mi propio entierro fui, solo y llorando…”

¿Nos conectamos para aislarnos?

Un amigo muy sabio, me dijo: “No te das cuenta de que se esconden de la vida real, en internet. Sólo conectados se atreven a ciertas cosas, luego, face to face, les da miedo.”
Así pude entender porque hay tantos “zombis” en la calle, y tantos “vivos” en la red.
Otro gran amigo me repite siempre: “los medios, son sólo medios, lo que hacemos a partir de ellos, cómo los usamos, para llegar hasta dónde, o a qué, es otro tema.”
De todas maneras, sus acertadas conclusiones, no disipan por completo mi ignorancia.
No estoy del todo seguro, si los humanos somos medios o fines. ¿Ambas?

Quien necesita ser leal, engaña

Toda pulsión humana, tiene origen de goce. Pero se estrella contra otras concepciones.
La sexualidad, es una forma de relacionarse, que involucra a los seres en su totalidad. ¿La sexualidad es una necesidad, un lujo, algo físico, químico, sentimental?
La sexualidad, no es algo definible. Pero nos encantan las seguridades.
La seguridad, es eso de lo que hablan todo el día los inseguros.
Hay quienes creen en la lealtad, pero ¿a quién engañan entonces?
La fidelidad, es algo que inventaron los que fingen.
Infieles a sí mismos, son los humanos. A su propia naturaleza. ¿Eso es natural?
El equilibrio es salud. Equilibrio no es mediocridad, son los opuestos balanceados.
La naturaleza, ¿es feliz? ¿Es moral? ¿Consciente, mecánica, impulsiva?
La felicidad, es algo inexplicable para los infelices, por eso les preocupa tanto.
La naturaleza, da.
El amor, no busca. El amor se pierde cuando gana.
Aceptar la perdición, es encontrarse entregado, recibiendo.

Perro que ladra…

Temer, es asegurar. Quien no se teme así mismo ni a los demás, no aseguraría:

“Las leyes son para ser cumplidas.” “Te guste o no, es así.” “La vida no es sólo lo que queremos.”

Estas tres nefastas aseveraciones, se ven absolutamente implantadas en el inconsciente de las personas, pero sobre todo, son “muletillas” recurrentes e inapelables, con las que cualquiera puede dar por argumentada su posición. Los invito a reflexionarlas, a buscar sus orígenes, a considerar tanto literal/gramatical, como semántica y semióticamente, cada una de sus palabras. En lo que a mí respecta, las seguiré aborreciendo, no tanto por lo que expresan, sino por quienes las usan, y el valor que les dan. Estoy seguro, que entre los que las emplean a diario (como máximas minimalistas) hay quienes ni siquiera comprenden las profundas contradicciones, que dichas frases contienen. Sin interferir en sus conclusiones, me despido, haciéndoles participe de la voluntariosa capacidad de poder analizar, resignificar, elegir, alterar, ampliar, y demás facultades mentales, a las que un ser humano, por su propia naturaleza, debiera ejercitar cotidianamente, en lugar de repetir cual perro condicionado, bien adiestradito, moviendo la cola, haciendo el muertito, paseando encadenado de día y ladrando de noche, cuidando su limitado espacio.

Verticalismo personal

“No te enmudezcas. Escúchate. Tu propia salud, es el mejor parámetro.” JIS

“¿Quién está más próximo a lo eterno: el que pisa firme o el que no alcanza?” Luis Guitarra

Hormigas, coherentes, convencidas, hermanas, amigas. Van por los caminos, y apuestan con las fichas del deseo, a lo CORRECTO. Van y son premiadas, pero ¿serán justas sus CAUSAS?

Gigantes, solos, perdidos, pobres y postergados. No caminan, y a menudo son incomprendidos. Al tablero de su voluntad, lo hacen una pelota. Juegan y patean esa esfera, hasta introducirla en algún arcoíris. Son locos e incorrectos. Son soberanos de sus propias consecuencias, no buscan excusas, ni justificaciones. No creen en la justicia. Son equitativos. Las hormigas, temen a sus pasos, y odian sus ronquidos, pero comen de sus sobras.

Pensar no es convencerse

Pensar es un acto recreativo de exploración.
No es pensar, el sólo hecho de partir de ideas preconcebidas, pretender imponerlas a otros, y volver a las mismas, satisfecho y convencido, tras su aprobación. Se trata de algo más trascendente que la mera instancia intelectual de recordar, o remitirse a una concepción establecida. Corresponde a la intención de querer conocer, de expandir los límites, de buscar ver, tras nuestras propias murallas. Está relacionado a lo desconocido, a lo que provoca inseguridad o temor.
Pensar, es descubrir… y no sólo repetir, acordar o definir.
Cuando queramos pensar, debemos atravesar el campo de lo que ya conocemos, por experiencia o abstracción, para salirnos de ello, y aceptar otras posibilidades, extendiendo los puntos de vistas, formando relaciones que generen mayor amplitud. Si no, no estamos pensando.

Me como un Big Mac, y dps hago mil de AB shaper… (Sory man, pero prefiero batir frutas)

Cómo me voy a sentir “seducido”, por las cosas “lindas y buenas” que ofrece el “mundo actual”, si lo “malo y feo” tampoco lo quiero. (Es exactamente lo mismo) (Tienen toda una vida, para entender el equilibrio en la balanza de los opuestos, que hacen infinito a este circulo)
No sólo no creo en las interpretaciones sociales o personales, a las cuales debemos “atenernos”, sino que además las desafío sin confrontar ni ceder.
Por esto, seré, lo que ustedes digan que soy, o tal vez, también seré un poco más. Lo que nunca voy a ser, es un abusado abusador, que pasó por esta vida, para “adaptarse” y conformarse, con algunos ratos de “lo bueno y lo lindo”, mientras escala o padece lo “malo y lo feo” para alcanzarlo, soportarlo, mantenerlo, cambiarlo, comprenderlo o negarlo.

Aquí les va: NO CREO EN EL BIEN, NI EN EL MAL. NO CREO EN SUS INTERPRETACIONES. Ni siquiera creo en las mías. Esto no cambia los hechos, ya sé que lo que ES, ES…. Pero si cambia toda mi piel, pues la hace de acero inolvidable, recubierta de una malla de teflón, y eso permite, que el aceite que pierde el alienante engranaje que los consume, no se me pegue, ni me queme.

Islas Semánticas

A veces los seres humanos hablamos con las mismas palabras, pero con significados tan opuestos, que sencillamente no nos comprendemos. A esto debemos sumarle la incapacidad de atención, y por sobre todas las cosas, el hecho de que no sabemos ESCUCHAR. No lo hacemos correctamente. No interpretamos con empatía, y en especial, nos encanta ponerle nuestro idioma a las frases de los otros, y al final, nos aislamos. No queremos escuchar, y nos aislamos convencidos de que somos islas, y usamos las expresiones más puras, contaminándolas para justificarnos.

Hablemos con hechos, entendámonos con el corazón, y las palabras serán meras concepciones de lo concreto, y no viceversa. La virtualidad, el vértigo y la fugacidad, están del lado de la mentira, no la alimentemos formando parte de los sordos que no oyen ni a sus propias acciones, pero que proyectan sus imágenes bien definidas, y encima se las creen. Se creen, se sienten, se autoproclaman, islas, solas e incomprendidas.

“La vida que nos toco”

Todo el tiempo las personas creen que la vida es algo tan complejo, que su social participación en ella, queda reducida, a unas simples elecciones personales. Pero lo cierto es que “la vida”, es siempre una consecuencia. Es la sumatoria de los días. Son muchos actos entrelazados. La vida son detalles, uno junto al otro. La vida es ahora y la consciencia de sus subsiguientes, más el resultado de sus anteriores. Las causas están en nosotros, porque las opciones las elegimos nosotros. Las elegimos nosotros (aún en contra nuestro), aunque culpamos a la presión de los otros, o de la situación, o de la circunstancia, porque así “la vida” es simplemente algo de lo que formamos parte, sin ser responsables directos de lo que provocamos (en especial cuando es dolor). Pero nos guste o no, somos su creador, porque somos también su actor y su interpretador.

¿Cuándo? ¿Cómo?

Día a día, minuto a minuto, ladrillo a ladrillo, (lo mínimo, lo más pequeño)…. Después, sucede lo inevitable, lo posible, lo lógico, la conclusión del proceso, la gigante construcción, el infierno o el paraíso, o mejor aún, ambos. Luego, segmentamos lo que es infinito, lo fragmentamos, lo medimos, y lo juzgamos.

No somos nuestras posesiones o seguridades

No hay diferencias entre un sabio y alguien humilde. Ambos viven en la carencia, nada le es indiferente, todo lo agradecen, y sin establecerse en convicciones, les encanta la insegura libertad de aprender. Quizá sea muy difícil darse cuenta de quién es qué, pero hay una clave que nunca falla: hay quienes no necesitan justificar, ni excusar sus actos.
¿Cómo hacemos para identificar a un sabio?
Es aquel que puede desarrollar con igual gracia y maestría, acciones al parecer opuestas, y sin embargo, no necesita dar explicaciones, pues su vida en si misma, (y no en relación a…) es la respuesta equilibrada y alegre, a la variable contradicción de vivir.

Construcciones a medida


“No podemos alcanzar, lo que no esta a nuestra altura.”

“Elegir no es algo que considere importante, pero tampoco puedo soportar, la idea de que una imposición externa desate mi resistencia, y me convierta en un títere de las circunstancias.”

Cuando una situación no se concreta, es porque alguno de los componentes implicados a enlazarse, no se encuentra a la distancia justa, para que dicha construcción se realice sin causar perjuicios. La inseguridad, los miedos y el sufrimiento, es proporcional a la escalonada maduración de un hecho constitutivo. El libre albedrio, es el dinamismo individual, que hace potencial todo lo que esta dentro del rango de nuestras posibilidades, y también, lo que las contornea por fuera de sus límites. La apertura, nunca es una coincidencia, así como tampoco, la convergencia que origina el proceso, que desencadena en nuevos resultados con sus particulares consecuencias, que en el futuro se convertirán en causas de otras situaciones, que se resolverán acordes a las probables perspectivas y aptitudes de los involucrados, y así, incesantemente.

Por lo tanto, yo creo que es inevitable pensar en que las cosas nos suceden de acuerdo a una “lógica propia”, que no siempre estamos dispuestos a aceptar. En especial, por no poder comprender, nuestra importantísima participación en cuanto a la interpretación y a la consiguiente modificación sobre ella, preocupándonos por dar excusas que correspondan a la desilusión de no ser capaces de afrontar con alegre esfuerzo, los sacrificios necesarios para alcanzar los objetivos anhelados, o bien, gozar agradecidos y en paz, del curso “natural” de los acontecimientos, sin quejarnos ni culpar a nadie, cuando estos no correspondan a nuestra voluntad.

Dar con gratitud


A veces, con las mejores intenciones, queremos brindarnos hacia los demás. Puede ser en forma de consejo, de contención, de discurso, de beso, de abrazo, de protección o cualquier regalo. Puede ser de infinitas maneras. Lo hacemos porque queremos darle al otro lo mejor de nosotros. Lo que consideramos que necesita, o le haría bien. En esos casos, ocurre, que aunque lo hagamos sin darnos cuenta, estamos actuando egoístamente. Muchas veces porque luego de hacerlo nos atrevemos a pedir retribución, o quejarnos si jamás hubo el mismo gesto del otro lado. Pero no sólo en esa instancia somos egoístas, sino y especialmente, cuando creemos que por DAR, no estamos recibiendo nada a cambio. Pues al dar, el beneficiado, siempre es el que da, y lo es, gracias a que hay alguien dispuesto a recibir.

¿Acaso hay algo más triste y doloroso, que no tener con quien compartir?

Debemos reconocer a quien recibe, porque nos está dando, su tiempo, su atención, su gratitud, y la hermosa posibilidad de dar. Como receptor de lo que sea, nos permite ser emisor. En esa relación ambos son igual de importantes. Eso es compartir. Aunque más no sea una simple charla. Entender que quien escucha, está dando mucho, con su silencio y comprensión, tanto o más, que quien aconseja, declara su cosmovisión, su paz, su experiencia, creencias o historias.

POR LO TANTO, AL LECTOR Y A TODOS LOS QUE ME CONOCEN, MUCHAS GRACIAS POR TODO LO QUE ME DAN. GRACIAS DE CORAZON.

Yo Soy.... ¿?


“Una sola palabra tuya bastara para sanarme” ¿? ¿Amor?

No se puede separar lo que es uno. Pero lo hacemos constantemente. Todo lo dividimos, lo clasificamos, lo individualizamos y lo comprendemos según el criterio de cada posición. Así las ciencias se separan de la religión, y de estos también lo hace el arte. Todo divorciado. Abordado y secularizado, desde distintos ángulos, que si bien cada vez pretenden complementarse más, pareciera nunca llegar a la práctica dicha teoría. Quien se crea muy espiritual, materialista o creativo y artista, por la ropa que usa, los rituales que realice, el rol que ocupa en su organización, o los actos que ejecute, jamás llegará a ser el Ideal que busca y predica, simplemente, por separar lo que es uno. Podrá con mucho esfuerzo y sacrificio, asemejarse, pero somos más que una imagen o una creencia. Todo, nos conecta al todo. Todo es místico, profundo, superficial, vano, creativo, pagano, físico, material, mental, etéreo, etc, etc, etc… porque todo, es todo.

Cualquier simple y contradictoria persona puede gozarlo, experimentarlo, serlo, a cada rato, en cada instante, cuando menos se lo imagina, en sus dolores y aflicciones, así como en sus errores, aciertos, vicios o virtudes, siempre en nuestra pequeñez, somos parte divina de ese Todo. Sólo que la mayoría, estamos muy preocupados por parecer alguien importante, y así nos definimos, nos diferenciamos, y por sobre todas las cosas, nos creemos del vacio la soledad (el vertiginoso ritmo ayuda a taparlo ¿?), en lugar de su amplitud para proyectarnos.

A CONVIVIR CON ELLOS, SOMOS NOSOTROS


A veces la tentación del deseo, la egoísta envidia, las expectativas del amor, los sueños de una intención, un ingenuo capricho, los desmedidos celos, o el asfixiante desamor….
Nos provocan dolor. Dolor expansivo que circunda cualquier acción. Dolor de pecho quebrantado, muy difícil de curar. Se ve en las miradas, se percibe de los suspiros, y se esconde entre el bullicio. No se puede disimular los fines de semana, pero tampoco soportar durante la semana.

Miedo, inestabilidad, irritación, sensibilidad, locura, ansiedad.
¿Prejuicios, juicios y postjuicios?

¿Cuánto dura un recuerdo?

Atención: EL ALMA GUARDA GESTOS DURANTE SIGLOS ENTEROS Por eso, las pequeñas caricias que hasta ahí han llegado, nunca, jamás se irán. No se mueren, y encima tienen hijos. No se olvidan, y para colmo traen nietos. No se pierden, porque todo el tiempo se transforman, en lo que somos.

El arte es puerta

“El arte no se vende. Se expone y comparte. El verdadero artista, crea revoluciones. Por eso debe aprender a vivir del amor.”

El artista siempre miente en su creación. Porque sabe que el arte es FORMA. Pero la vida, la realidad, la verdad, es mucho más. Entonces, señala, indica, invita a descubrir, a buscar lo que hay detrás, delante, arriba, abajo. Inventa nuevos puntos, los delimita, los circunscribe y los relaciona desde su autenticidad, con mucha imaginación. Ofrece su expresión siempre original (en cuanto a su historia de vida, sus razones y proyecciones). Regala su amor desinteresadamente, para mostrar que hay algo más. Que las cosas son lo que son, y también lo que pueden ser. ¿Hay otra forma de decir “la verdad”? ¿De trascender sin condicionar?

Cuando opinemos de los demás…

Estoy embriagándome de una de las más accesibles fuentes claras de evolución. Me di cuenta de que sólo es posible hablar de lo que entendemos o conocemos. Por lo tanto, siempre que hablamos de OTROS, no estamos haciendo otra cosa que no sea hablar de nosotros mismos. Porque al otro no lo conocemos, jamás podríamos hacerlo, aunque lo hubiéramos parido y compartido todo con él (o ella). A menudo ni siquiera nos conocemos a nosotros mismos, o a lo que queremos en la vida. (Entiéndase conocer, como una experiencia propia, profunda e inagotable, no a la inteligencia conceptual, que se limita a lo pragmático.)

Por eso, cuando hablamos de alguien, que no sea de nosotros mismos, estamos hablando de nuestro interior en tercera persona, que aunque pretenda empatía, sólo puede hablar de sí mismo, porque es lo único que conoce. Descubre en el OTRO, algo de sí mismo. Por suerte, en virtud de la perspectiva, vemos en los demás, los errores o defectos con mayor claridad, y por eso, nos es más fácil identificarlos. Pero si aceptáramos que en realidad, la idea de OTRO, es sólo un espejo repleto de nuestras definiciones, nos daríamos cuenta de que estamos conformando a través de nuestra subjetividad, y por tanto, plasmando simbólicamente en ese OTRO, algo que es puramente nuestro. Esta instancia es maravillosa, si logramos hacernos cargo de que esa imagen que proyectamos, es nuestro reflejo.

Siempre se trató de nosotros mismos. Aceptarlo no es fácil, pero el poder está en nosotros.

Beber de la fuente que les propongo, al principio les causará indigestión y muchos cólicos, pero sólo porque los intestinos se liberarán de toda la porquería que habían consumido y tenían acumulada. Luego, la fluidez será tan serena como la de un apacible arroyo serrano.

La multiplicidad de sentidos

"Somos del tamaño de lo que vemos" Fernando Pessoa

"Temo al hombre de un solo libro" Santo Tomás

Es muy difícil aceptar que hasta las filosofías más complejas o las religiones mejores instauradas, así como las leyes más consagradas o las enunciaciones universales, por más amplias que parezcan (aunque todo el mundo esté de acuerdo), siempre serán un punto de vista, y eso implica, la vista desde un punto. Inevitablemente los sentidos por los que podemos trazar una explicación, son infinitos, no sólo por su profundidad, sino también en su relación.

PUNTOS: Vemos los que podemos, nos quedamos con los que queremos, y a la inmensa mayoría, aunque los estudiemos en detalle, y los clasifiquemos, no podemos entenderlos en su conjunto.

Pretenderlo, sería como querer contener al mar, en una pipeta.

Saber que lo que buscamos comprender, excede a nuestro entendimiento, nos ayuda a dejar de definir según nuestro parecer, para aceptar desde el Ser.

“Es sólo sexo” (Un tema tabú, es aquel a través del cual, se puede someter y oprimir)

Justamente. No he conocido instancia más sublime, que no sea el “sexo”, cuando es “sólo sexo”. Lejos de ser una banalización, esto implica demasiada madurez y autoconocimiento.
Si le quitamos al sexo, los morbos y las perversiones, (No hablo de cosas excéntricas, me refiero a las comunes, de la entrega, o de la posesión, etc, etc.), si también lo despojamos de las fantasías (ser amado, querido, respetado, de procreación, de sentido de goce en la existencia, etc.), y de los impulsos enfermizos, que lejos del instinto o cualidad, son desviaciones impuestas violentamente (por distintos medios, o actitudes de personas), que luego se ven obligadas a reprimirse, o repetirse culposa y flagelantemente en la intimidad, etc.
Resumiendo, si le quitáramos la infinidad de motivos, sean “buenos o malos”, de liberación, o de canalización, que nos conducen al deseo sexual, independientemente de lo moral o natural. Si tuviéramos que hacer, que el sexo, sea sólo sexo… sería para el común de nuestros condicionamientos actuales, más difícil, que lograr, que el Silencio, sea sólo Silencio.
Pero, como con todo lo que no tiene dueño, siempre hay necios, con necesidad de poseer, que dicen: “Es sólo sexo” cuando en verdad, es mucho más que eso, pues separando lo que es Uno, sólo se niega lo que no queremos, o podemos aceptar. Es decir, encubrimos ciertas falencias, con nombres vacíos, minimizando las más sagradas experiencias, hasta degenerarlas en vicios, por un autoengaño muy infantil, que está socialmente, demasiado excitado.
(En nuestra falta, deseamos que el otro nos complete) (IMPOSIBLE)
Demás está aclarar, que bajo estas condiciones, se relacionan la mayoría de los seres humanos, más allá de sus prácticas, gustos o religiones. Por eso, quien sepa a lo que hago referencia, sabe que hablo de caminar atentamente, sobre el filo más agudo, pero sin premeditación, sino, en la natural ingenuidad, del caótico equilibrio, en el "descubrir" de la naturaleza.

Nota: Si remplazáramos la palabra sexo, por cualquier otra función básica y natural, como beber, comer o dormir, y se aplica la misma condición de plenitud en presencia y esencia, (sin miedos, angustias o ansiedades) pudiéramos hacer de la vida, un mágico sueño, en donde cada pulso, es preciso y valioso, por sí mismo. Así, acompañaríamos flexiblemente al ritmo exponencial de nuestro cuerpo, evolucionando en el alegre danzar del Universo.

Las manos manchadas


Soy un ágil y hambriento leopardo
,
Dijo el inverosímil asceta.

No te equivoques…
Apenas si comes cardos,
Dijo el autoproclamado profeta.

La vida o la muerte,
Son una ilusión,
Por eso, la espiritualidad,
No tiene explicación.

Alegría, no es solo reír,
Eso lo liberarás,
La noche en que riegues tus raíces,
Y ahogues los miedos
Que tanto te hacen sufrir.

La plenitud no es palabra,
Eso florecerá de los pétalos,
El día en que el sol,
De tu capullo se abra…

“La muerte no es lo opuesto a la vida, así como el odio no es lo opuesto al amor.”

A veces consideramos antagónicos a términos que hacen referencia a distintas interpretaciones de un mismo concepto. Por ejemplo, lo contrario al amor, lejos de ser el odio, que no es más que una disfunción mal canalizada del mismo, es el Temor. El miedo se encuentra en el extremo opuesto al amor. Por eso, vibrar o pensar, construir o crear, en base al miedo, es algo tan frágil, que suele derrumbarse, ante el primer cambio del viento, o bien un simple aliento que contenga argumentos capaces de no ceder a la mentira. Pero no hay que confundir, fragilidad, con cantidad, ya que hay sociedades enteras, edificadas sobre cimientos de tan escasa calidad, que simplemente desvarían durante siglos, circularmente, repitiéndose una y otra vez, en la ignorancia. No obstante, el miedo suele generarse por el deseo de “amar” o perpetuar, algo. Por eso, es que todos lo miedos, son en realidad, el miedo a la muerte. Pero la muerte, no es más que una parte fundamental de la vida. Para no extenderme demasiado, simplemente les recuerdo, que quien tema a la muerte, esta por sobre todas las cosas temiéndole a la vida, pues son un mismo hecho. Libérense, desátense, desapego no significa que nada nos interese demasiado, y que estamos más allá del bien y del mal, sino por el contrario, que todo nos interesa tanto, que hemos decido darle la posibilidad a cada cosa de deleitarnos, sin aferrarnos a ninguna en particular, en especial, no sujetarlas a limitantes condicionamientos de juicio moral. De este modo, no hay dolor, persona, carencia o situación, que pueda angustiarnos, sino darnos herramientas de crecimiento, distancia y expansión. Así se vive al, (en principio inestable, mas en términos equilibrado) compás del universo, siempre agradecido, y en constante evolución.

“Se es libre cuando se conoce la verdad. La verdad ilumina la inteligencia”

Se es libre a través del conocimiento, y no cuando uno elige. Porque la elección, implica dualidad, contradicciones, dudas, argumentos, oposiciones, y la libertad, está por encima de todo eso. Incluso el conocimiento lo está.
¿Qué es la verdad?
Estoy convencido, de que la verdad es una neblina, que lo cubre todo. Allí cada uno es libre de darle la forma que quiera, y de llamarlo como sea. Pero la verdad, no son esas interpretaciones, aun cuando ellas, sean un cartel a descifrar, un anclaje simbólico del lenguaje, en el camino de la verdad.
La verdad, es la libertad, y la libertad, es la luz. La luz, es materia vibrando en alta frecuencia, o energía que se manifiesta a través del éter... etc,(existen múltiples definiciones). Fuera de argumentaciones que no hacen a la metáfora, creo que todos los caminos conducen a ROMA, y como este mundo está al revés… podríamos afirmar, que todo circula en el AMOR.

Similitudes

“La diferencia no está en lo que somos, sino en lo que creemos que somos”

Todos somos distintos, pero al mismo tiempo, Uno. Por nuestro origen o destino, pero también por la capacidad que nos convoca.
Cada Uno a su forma, y entre todos, Todo.
Aunque haya momentos en los que pretendemos disminuir a las personas según determinadas características, esto no quiere decir que sea cierto, más bien, a mi juicio, sólo significa un retrato a medida, de lo poco que nos sentimos, queremos, respetamos, o conocemos a nosotros mismos, y aludidos por esas limitaciones, observamos muy parcialmente a los demás. Sin intensión de acusar, pretendo regalar a disposición de quien lo necesite, la idea de igualdad. Tan sólo hay que perder los miedos, para ser. Y allí, en el silencio del ser, lejos de todas las reiteradas manipulaciones y los ensordecedores condicionamientos, interiores o exteriores, con nuestras hermosas y opuestas complementaciones, todos somos lo mismo. HUMANOS, DEMASIADO HUMANOS. SERES, CONFINADOS EN LO INFINITO.

Que será de mí sin ti

Las falsas seguridades un día se derrumban. Y todo lo que está construido sobre ellas, abruptamente cae.
Así de súbito es el destino.
Toda la inestabilidad se equilibra, y el caos resulta un orden divino, completamente inexplicable, para los escuetos impulsos que nos manipulan.
Las acciones, las verdades, las mentiras y las instrucciones, todo aquello que teníamos por cierto, o por cuestiones reales, carece de valor, cuando damos un paso más hacia lo desconocido. Entonces, aquello que tan bien conocíamos, se burla del placer de sí mismo, y promete dolor y sufrimiento.
Retenciones.
Miedo del vacío, y miedo de llenarlo.
Miedo de interpretaciones, y abusos adictivos para evadirlas, o para generar la admiración de otros, para encontrar en el cariño externo y en la aprobación del afuera, todo aquello que no se puede resolver del adentro.

Ojos ciegos, bien abiertos...

El siguiente texto, tiene por fin descubrir actitudes actuales. Lejos está de su cometido, ofender o burlar cualquier creencia.
Conozco muchas madres cristianas “de alta moral”, que si en estas épocas les tocaría cumplir el rol de la virgen María pensarían:

Mi hijo es un vago charlatán, que se la pasa todo el día con amigos, yendo de acá para allá, sin tener un trabajo fijo o ayudar a su padre en el negocio de la familia. Además no cuida su aspecto, ya que esta muy flaco, anda con ropa andrajosa, y no rasura sus cabellos. Para colmo, es de notorio conocimiento su atracción por las prostitutas, y encima nunca tuvo una novia, ni se ha casado, por lo que dudo de su orientación sexual.

Lo que mas me aterra, son sus tendencias masoquistas y suicidas, y su falta de reacción ante las agresiones. Aparte se la pasa todo el día blasfemando contra la religión de su país, y practicando rituales paganos, al tiempo que profesa un rechazo hacia lo material, con claros ataques de delirio místico.

Sinceramente hubiera preferido que fuera un emo, un punk, un gótico, un marica, un promiscuo, un dirigente corrupto, o un mendigo pordiosero, pero no todas ellas juntas.



Y un José actual diría:

Me tienen harto, me viven gritando cornudo, por haber educado a un hijo que no es mío y que encima se jacta de ello. Y lo que mas bronca me da, es que mi mujer, no me deja ni tocarla, y aparte lo defiende todo el tiempo. Para variar, él anda junto a otro montón de vagos, dando vueltas por ahí todo el día, haciéndose el buenito con habladurías, mientras yo me la paso serruchando para que podamos comer. Esto es terrible, alguien debería frenar a esa pandilla que lo único que hacen es separar a sus miembros de sus familias, para que se unan a la secta, con todo tipo de artilugios culposos, que citan a la ira del creador.

Yo ya se los advertí, esto termina mal, seguro.




Así podría continuar hasta escribir un libro entero. Pero mejor pónganse la mano en el corazón, y díganme cuanto lo juzgarían uds, a un personaje así.


Lo que intento demostrar, como bien diría Gibran, es que no podemos ser tan obtusos de pretender medir la potencia y la fuerza del mar, por la sutil fragilidad de su espuma.


Ojos necios, dejen de fragmentar según las estructuras que los condicionan, y comiencen a visualizar desde la divinidad que ES cada ser, considerando su origen, su desarrollo y su destino. Es decir, celestial. Todos somos hijos de “DIOS”. Asique antes de juzgar según parámetros tan egoistamente establecidos, que indudablemente provienen de infinitas manipulaciones miserables, mejor mirar el amor en aquellos que desean revertir tamaño grado de perversión. Solo oigan a sus pulsos, y al compás del Universo, ubiquen sus dedos índices en lo que les corresponde evolucionar, considerando que de la amplitud y el cambio, ustedes son el centro, en lugar de negarlo por la inseguridad que provoca la libertad.

Libertad, eso proponen estas palabras, no mas ataduras, ni siquiera a ellas mismas, ya que no pretenden juzgarlos.

¿Exaltación de los sentidos?


Emi: Son tan hermosos y profundos cuando uno realmente los descubre.

Yo: Si, aparte son infinitas sus posibilidades.

Emi: Y hay gente que todavía le sigue buscando el sentido a la vida, cuando ya tiene cinco que mal usa y deteriora.

Yo: Encima que se pueden combinar como más quieran, o para el fin que a cada uno más le resulte.

Emi: Tal cual…

Yo: Y si con eso no se conforman, y quieren más, también los hay.

Emi: Jajaja ¡¡exactamente!!


La contemplación

Observar un objeto como si fuera la primera vez.
Ver cada uno de sus detalles con asombro y dedicación.
Profundizar a conciencia en la forma.
Meditar sobre el objeto. Sobre lo que es, lo que significa, lo que podría ser, lo que se nos ocurre a través de la imaginación, en fin, exprimir al máximo la experiencia, realizando la mayor cantidad de relaciones posibles.
Tarde o temprano llegaremos al origen, y encontraremos al Universo.
En ese momento, comprenderemos que nosotros definimos los objetos, y le damos titulo de realidad, pero esa acción, es solo la elección de una de las tantas interpretaciones posibles.
Esto no es filosofía, ciencia o religión, es práctica o experiencia, búsqueda o puerta.
Esto se aplica a objetos, situaciones, personas, etc.

Bienvenidos



Yo tengo un sueño.

Todos tenemos un sueño.

¿Estamos dormidos?

La evolución es la conclusión consciente del Universo. Todo tiene un sentido, y es el equilibrio. Lógicamente el ser humano, no lo percibe en la actualidad, y no lo encuentra en la convivencia, sea con el afuera o con su adentro. Pero si desata una revolución interior, tal vez se acomode a la evolución exterior.
Yo tengo un sueño. El error está en decir yo. Todo es un sueño que el interpretador o el sujeto devela, y da nombre, o definición. Pero si quitamos el Significante, entonces, soñamos al ritmo del Universo. En ese caso, estaríamos del lado de la creación, y no sufriríamos las disonancias de la dualidad, producto de fragmentar lo indivisible, dándole la espalda al sol.
LAS PUERTAS DE LA EVOLUCIÓN ESTAN SIEMPRE ABIERTAS. BIENVENIDOS.


Allanando caminos

Desarrollo de la sensibilidad

Para estar capacitado y emprender las experiencias de la evolución, es conveniente lograr un balance de elementos. Estas son cuestiones básicas al alcance de todos, que a menudo hacemos sin darnos cuenta porque el mismo cuerpo nos lo pide. Algunas se hacen difíciles en la actualidad, ya que hemos perdido ciertos hábitos, producto de nuestra excesiva desnaturalización.
Las siguientes palabras no constituyen una ideología, ni observaciones o consejos, son más bien esas cosas que hemos escuchado hasta el hartazgo y, sin embargo, nunca está demás alguien que nos las recuerde.

La alimentación

Es evidente que somos química pura. Somos lo que comemos. Tener una alimentación consciente es saber vivir. La clave esta en aplicar información de calidad, a la experiencia personal. La variedad de fuentes es fundamental. La nutrición es directamente proporcional al origen del alimento. La energía no solo se genera al comer.

La respiración

Hay miles de métodos y formas. Practicarlos es descubrir otros mundos. Intenten, es gratis. ¿Quieren experiencias nuevas? ¿Les gusta viajar? ¿Les interesa sentirse frescos y renovados, con fuerzas y relajados? ¿Acaso gustan de los psicotrópicos?
Prueben con la respiración, se logra todo eso y mucho más. Investiguen. Experimenten.

El descanso

Siempre estamos en continuo movimiento. La quietud solo depende de la consciencia. Aun durmiendo nos descubriremos descifrando, acomodando, investigando, anunciándonos. Lo mejor es realizar ejercicios renovadores, no consumidores, y poder dominar la mente cuando los pensamientos nos produzcan ansiedad.


Aclaración: Si alguien nos dice lo que debemos hacer, seguramente lo culparemos de autoritario, o de que sus métodos son deficientes si no resultan, o que nos oprime y no nos da la libertad necesaria para la expansión, o bien simplemente, que deseamos más sencillez, donde a partir de la comprensión y la singularidad de cada uno y su circunstancia, los parametros sean ajustables.
Si alguien nos dice, prueben por acá, sin definirnos cómo, nos sentimos inseguros, y quisiéramos que nos de una información mas precisa y compleja, enmarcada en un programa probado y establecido en el que no podamos fallar. Lo cierto es que hay miles de caminos, muchos más que las cosmovisiones escritas por cada civilización, ya que cada ser es una síntesis del Universo. Por eso, prefiero señalar puertas y que cada uno descubra cual es la suya, en el momento que tenga que ser, y bajo los "maestros" que su sendero le propicie. (No obstante las próximas entradas serán más específicas). Todo sirve para crecer, en especial cuando aceptamos, cambiamos y elegimos, como ser por adentro. A partir de ahí, generamos el afuera, para luego alcanzar que todo sea Uno.

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Canto, desesperadamente canto/ con voz de tinta y letra de agonía/ rota por dentro, loca por fuera." Maria Elena Walsh

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