¿Cuál es el ser vivo que camina en cuatro patas al alba, en dos al mediodía y en tres al atardecer?

¿Cómo hacer para que algo no sea pesado, y a la vez, no pierda su peso?
He aquí, el arte de expresar, de ser, de compartir. Nadie dijo que sea fácil, mucho menos difícil. Tiene que ver con mantener la mirada sobre el camino y la trayectoria, no en base al caminante o a su sombra. El estado de ánimo, no puede convertirse en el factor determinante del día a día, que en suma, desenlaza fugazmente como resultado.
Así, habrá herramientas felices para valerse en este viaje, por ejemplo: el humor, cuyo movimiento sobre ruedas, nos custodia como rápido aliado cuando sus matices aportan sin degenerar. Cuando no se vuelve cliché, monótono, violento, evasor, compulsivo. Cuando no es la otra cara de la depresión, que se oculta en el exceso, sin alegría genuina.
El puente que teje nuestra versión, si transporta reduciendo, maldiciendo, enfatizando, más allá de los motivos por el cual los haga, es agotador, porque ya está agotado al hablar de la carencia, sin importar en quien la referencie. Eso, genera confrontación, odio, resentimiento. Luego, llegan las manipuladas explicaciones, que obstruyen falazmente la soga de la comunicación, urdida entre origen, voluntad y destino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
Canto, desesperadamente canto/ con voz de tinta y letra de agonía/ rota por dentro, loca por fuera." Maria Elena Walsh

Querés seguir leyendo...Hay más.....Busca acá las otras entradas

Seguidores