“Es sólo sexo” (Un tema tabú, es aquel a través del cual, se puede someter y oprimir)

Justamente. No he conocido instancia más sublime, que no sea el “sexo”, cuando es “sólo sexo”. Lejos de ser una banalización, esto implica demasiada madurez y autoconocimiento.
Si le quitamos al sexo, los morbos y las perversiones, (No hablo de cosas excéntricas, me refiero a las comunes, de la entrega, o de la posesión, etc, etc.), si también lo despojamos de las fantasías (ser amado, querido, respetado, de procreación, de sentido de goce en la existencia, etc.), y de los impulsos enfermizos, que lejos del instinto o cualidad, son desviaciones impuestas violentamente (por distintos medios, o actitudes de personas), que luego se ven obligadas a reprimirse, o repetirse culposa y flagelantemente en la intimidad, etc.
Resumiendo, si le quitáramos la infinidad de motivos, sean “buenos o malos”, de liberación, o de canalización, que nos conducen al deseo sexual, independientemente de lo moral o natural. Si tuviéramos que hacer, que el sexo, sea sólo sexo… sería para el común de nuestros condicionamientos actuales, más difícil, que lograr, que el Silencio, sea sólo Silencio.
Pero, como con todo lo que no tiene dueño, siempre hay necios, con necesidad de poseer, que dicen: “Es sólo sexo” cuando en verdad, es mucho más que eso, pues separando lo que es Uno, sólo se niega lo que no queremos, o podemos aceptar. Es decir, encubrimos ciertas falencias, con nombres vacíos, minimizando las más sagradas experiencias, hasta degenerarlas en vicios, por un autoengaño muy infantil, que está socialmente, demasiado excitado.
(En nuestra falta, deseamos que el otro nos complete) (IMPOSIBLE)
Demás está aclarar, que bajo estas condiciones, se relacionan la mayoría de los seres humanos, más allá de sus prácticas, gustos o religiones. Por eso, quien sepa a lo que hago referencia, sabe que hablo de caminar atentamente, sobre el filo más agudo, pero sin premeditación, sino, en la natural ingenuidad, del caótico equilibrio, en el "descubrir" de la naturaleza.

Nota: Si remplazáramos la palabra sexo, por cualquier otra función básica y natural, como beber, comer o dormir, y se aplica la misma condición de plenitud en presencia y esencia, (sin miedos, angustias o ansiedades) pudiéramos hacer de la vida, un mágico sueño, en donde cada pulso, es preciso y valioso, por sí mismo. Así, acompañaríamos flexiblemente al ritmo exponencial de nuestro cuerpo, evolucionando en el alegre danzar del Universo.

Las manos manchadas


Soy un ágil y hambriento leopardo
,
Dijo el inverosímil asceta.

No te equivoques…
Apenas si comes cardos,
Dijo el autoproclamado profeta.

La vida o la muerte,
Son una ilusión,
Por eso, la espiritualidad,
No tiene explicación.

Alegría, no es solo reír,
Eso lo liberarás,
La noche en que riegues tus raíces,
Y ahogues los miedos
Que tanto te hacen sufrir.

La plenitud no es palabra,
Eso florecerá de los pétalos,
El día en que el sol,
De tu capullo se abra…

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Canto, desesperadamente canto/ con voz de tinta y letra de agonía/ rota por dentro, loca por fuera." Maria Elena Walsh

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