“El arte no se vende. Se expone y comparte. El verdadero artista, crea revoluciones. Por eso debe aprender a vivir del amor.”
El artista siempre miente en su creación. Porque sabe que el arte es FORMA. Pero la vida, la realidad, la verdad, es mucho más. Entonces, señala, indica, invita a descubrir, a buscar lo que hay detrás, delante, arriba, abajo. Inventa nuevos puntos, los delimita, los circunscribe y los relaciona desde su autenticidad, con mucha imaginación. Ofrece su expresión siempre original (en cuanto a su historia de vida, sus razones y proyecciones). Regala su amor desinteresadamente, para mostrar que hay algo más. Que las cosas son lo que son, y también lo que pueden ser. ¿Hay otra forma de decir “la verdad”? ¿De trascender sin condicionar?