No hay que conquistar el poder, hay que destruirlo

Darle poder a las cosas y que por poseerlas nos posean, es atarse a la concepción,
y a la vez, una concepción en sí.
Si nos entregamos al amor, difícilmente podamos menos que dar, ser y aceptar. Sin embargo, hace falta voluntad de poder para gobernarse a uno mismo, una vez alcanzado ese ministerio, iniciar la revolución constante a 364 revoluciones por año, hasta no darle oportunidad absoluta a ningún decreto.
No hay ley, hay (E)stado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
Canto, desesperadamente canto/ con voz de tinta y letra de agonía/ rota por dentro, loca por fuera." Maria Elena Walsh

Querés seguir leyendo...Hay más.....Busca acá las otras entradas

Seguidores